Después de 62 años 4 meses y 9 días de haber sido colocada la imagen de Jesús Nazareno dentro de una capilla, el Ilmo. Obispo de Guatemala don Juan Bautista Álvarez de Toledo el día 5 de agosto de 1717, le consagra.
En tan destacado y solemne acto se le saco de su capilla para colocarlo en el presbiterio del altar mayor de la Iglesia la Merced. Asistió la Real Audiencia, el ayuntamiento, el Cabildo Eclesiástico, las órdenes Religiosas y los dominicos que apadrinaron el acto religioso. Lo más singular que tiene dicha devota imagen es estar consagrada en la misma forma, y con los mismos ritos, que se consagró a Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla.
HISTORIA Y RITO DE CONSAGRACIÓN
El rito de consagración de Jesús Nazareno de la Merced tiene varias versiones de como sucedió, a continuación transcribimos las dos que se creen son las mas acertadas.
La Primera versión dice
La ceremonia empezó después de que el Obispo bendijo el incienso y el pan, ungió primero, la cruz en sus cinco partes, en los cuatro extremos y el centro. Fue el padre Provincial de Santo Domingo Fray Joseph Xirón quien sostuvo el Santo Crisma que se utilizó para dicha consagración, Fray Vicente Guerra los algodones, los padres Fray Agustín Cano, Fray Antonio de Arreaga y Fray Damián Régil, todos de la Orden de Predicadores tenían el pan y otras cosas del uso sagrado. Después se ungió la imagen, primero en la frente, luego en el pecho, en las manos y en los pies, concluido este ceremonial se cantó él Te Deum.
La Segunda versión (la más completa) dice
La ceremonia se inició cuando llegó el Señor Obispo, como a las diez de la mañana a la dicha iglesia, acompañado del Señor Br. Don Joseph Varón Dean de la Santa Iglesia y el Señor Don Feliciano de Arrivillaga de la Maestra Escuela, el Señor Maestro Don Carlos de Mencos, y el Señor Tesorero Don Joseph de Alcántara, canónigos. El Obispo bendijo el incienso y el pan, ungió primero la cruz en cinco partes: En los cuatro extremos y en el centro. El padre provincial de Santo Domingo Fray Joseph Xirón sostuvo el crisma que se empleó para la consagración, Fray Vicente Guerra los algodones, los padres Fray Agústin Cano, Fray Antonio de Arreaga y Fray Damián Regil, todos dominicos, tenían el pan y otras cosas del uso sacro. En seguida se ungió la imagen: primero en la frente, luego en el pecho, en las manos y en los pies. Concluida la consagración se cantó un Te Deum Laudamus.
Luego de esto el pueblo le ofreció un castillo de pólvora de 400 tiras, se dispararon salvas de tres compañías que se encontraban en el compás de la iglesia y luego comenzó el repique general desde la Catedral abajo, todos los conventos desde esta hora (Que serían las diez) los regocijos de mascaradas, saraos, carros triunfales y muchas demostraciones de júbilo, esta noche del jueves hubo repiques generales, habiendo sido la tarde más plausible que ha vivido Goatehamala. Se hizo esta extraordinaria función con extraordinaria pompa, se adornó la iglesia por dentro y por fuera pusieronse dos aparadores con 200 fuentes y 60 picheles de plata. La fiesta de consagración se prolongó por ocho días.
El viernes por la mañana volvió a venir la Religión de Santo Domingo y la Merced salió con San pedro Nolasco a la esquina de Santa Teresa a recibirla, y después de estar juntas. La real Audiencia, ciudad, sagradas religiones y concurso cual que nunca se ha visto, salió la procesión por el compás de la iglesia, donde estaba otro escuadrón de infantería, los padres de Santo Domingo con estolas iban cargando la Sta. Imagen (Sto. Domingo), entró la procesión en los claustros, cantó la Misa ese día (6 de agosto de 1717) Fray Joseph Xiron, provincial de la Sagrada Orden de Predicadores, el evangelio Fray Antonio de Arriaga, la epístola Fray Damían Regil todos maestros del Orden de Predicadores.
Ese mismo día 6 de agosto de 1717 Fray Antonio de Loyola, regente de los estudios del Convento de Nuestra Señora de las Mercedes, examinador sinodal del Obispado de Guatemala, predicó un importante sermón. Siendo dividida en tres partes Exordio, Desarrollo y Conclusión.
transcripcion corregida para entendimiento
“Que festivo alboroto es este, que tanto nos inquieta. A Jesús le hecho el agua un baptista, que novedad puede ser para tan grande alegría el que nuestro baptista le ponga los santos oleos. Baptizó a Jesús en la rivera del Jordán San Juan Baptista, y os lo unge con los Santo Oleos cuando lo consagra, otro baptista grande, príncipe de la Iglesia, y primer párroco de ella, que novedad ahí pues hoy, para esta ruidosa fiesta, nada más que lo dicho: Su soberana unción misteriosa. Es Cristo lo mismo ungido y siendo Jesús Nazareno, lo mismo que consagrado”.
“El Rey, el sacerdote y el profeta, eran en la antigua ley ungidos, Cristo fue gran sacerdote, Rey de todos los reyes, y profeta grande: No era novedad en Cristo lo ungido. Es la novedad en su imagen a esta novedad de esta imagen ungida es la que hoy con mucha razón se celebra”.
“Fue Jacob a buscar esposa a Mesopotamia y habiendo cogida la noche en el mismo camino, se acostó a dormir en el suelo, sirviole de pabellón el cielo, y de almohada para su mayor descanso una piedra, cogió el sueño, y entre sueños vio aquella escala tan maravillosa y el señor arrimado a la escala”.
“Alto pues, con razón el patriarca unge, y consagra esta piedra con razón ensalza, por imagen más propia de lo visto, porque si lo que miraba entre sueños era el señor con la cruz, nadie mejor que esa piedra lo representara pues fue Cristo la piedra del sufrimiento arrimado siempre a la cruz”.
“La transfiguración gloriosa que el Sangrado Evangelio de hoy nos menciona (Era el día de la transfiguración) más hoy mismo es el día que en los altos fines de la providencia nos ponen a la vista dos. La transfiguración de Jesús en el monte Tabor es una, y la transfiguración de esta imagen cuando nuestro Príncipe la consagra es otra. El redentor Nolasco y en lugar del encendido celo de Elías la ardiente antorcha de los mejores Guzmanes, el gran padre Santo Domingo”.
“Y lo mismo dice a los vecinos de Guatemala esta divina imagen transfigurada, que no temamos, puesto que la tenemos entre nosotros, porque a de salir a la defensa nuestra siempre que se ofreciere, porque es verdadera imagen de nuestro Redentor Jesús en su pasión dolorosa, y eso le basta para defendernos”.
“O mil veces dichosa y siempre santa ciudad, dichosos nosotros los que vivimos en ella, tenemos en esta sagrada imagen , quien nos defienda y nos libre de todo el mal, quien nos favorezca y nos haga bien, quien salga y saque la cara si fuere necesario para cualquiera que lance una invasión enemiga: porque es verdadera imagen de nuestro Capitán Jesús, para que quede de hoy en adelante por consagrada y ungida, hecha reina de las demás imágenes; queda sin tener segunda ni semejante: queda ya gloriosamente transfigurada, por favor especial de príncipe, pero no puede negarsele también el influjo, al devoto de que lo ha conseguido y solicitado, puesto que a él en primer lugar se le debe”.
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